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Con el verano en pleno apogeo, julio ofrece una oportunidad perfecta para aprender y jugar al aire libre. En el caso de los estudiantes con autismo, las actividades al aire libre pueden ser enriquecedoras y beneficiosas, ya que favorecen la regulación sensorial, el desarrollo motor y la interacción social. Con una planificación cuidadosa y las adaptaciones apropiadas, estas experiencias pueden ser inclusivas, divertidas y muy valiosas.
Los entornos al aire libre proporcionan estímulos sensoriales naturales, espacio para moverse y oportunidades de exploración que a menudo son difíciles de reproducir en espacios interiores. En el caso de los estudiantes con autismo, el tiempo al aire libre puede aliviar la ansiedad, favorecer el desarrollo físico a través del juego activo y crear oportunidades relajadas para la conexión social.
Explorar las actividades al aire libre en verano Aproveche el clima cálido para realizar estas actividades atractivas adaptadas a personas con autismo:
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Hacer que las actividades sean accesibles y seguras Con el objetivo de garantizar que todos los alumnos puedan participar de forma significativa en las actividades al aire libre, tenga en cuenta estos soportes y consejos esenciales para el éxito.
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Las actividades al aire libre pueden ser una forma divertida y eficaz de apoyar el crecimiento de sus alumnos mientras disfrutan de la temporada de verano. ¡Con las adaptaciones adecuadas y un poco de creatividad, salir al aire libre mejorará el aprendizaje de todos este verano!
¿Cómo va a disfrutar del aire libre este verano?